martes, 21 de julio de 2009

CUENTO DE ANAHÍ ROSSELLO

Este cuento pertenece a Antología Saltarina 3 Ediciones Puerto de Palos.

Rosa llegó a casa una tarde de verano, para quedarse. Era prima de mamá y había nacido en Jujuy, hablaba poco y olía a menta. Ella decía que era porque a la gente del Norte se le quedan pegados el silencio y el perfume, para no extrañar.
Atado en la cintura llevaba un pequeño bolso de lana. "Acá tengo encerrados mi lugar y mi gente" solía decir.
-Debe ser una maga- pensaba yo. Así que una noche me fui hasta su habitación, en puntas de pie, a espiarla.


Por la cerradura vi cómo Rosa se soltaba las trenzas y su melena se convertía en una noche estrellada.
Después, sacó una quena del bolso y comenzó a soplar.
Una música dulce y alegre calentó el aire y a mí me pareció ver cerros de colores, gente bailando y cabras que pastaban.
Esa noche supe que la gente del Norte es como los magos.
Hace salir maravillas de un pequeño trozo de caña.

ANAHÍ ROSSELLO
ACTIVIDADES:
  • Busca en Internet ¿cómo son los cerros de Jujuy? ¿Por qué la niña se los imaginaba de colores?
  • Dibuja en Paint ¿cómo los imagina la niña mientras oía a Rosa tocar la quena?
  • ¿Te animás a continuar la historia?
  • Podés enviármela y la publicaré en mi blog: educuentos@gmail.com

Cerro de los Siete Colores, Purmamarca

1 comentario:

Anónimo dijo...

adoro esa historia es tan como la nena hablaba de manera tan bonita de su tirra es mas megusto tanto que hice un cuento igual pero es lo contrario a ese LO ADORO quizas lo publique alguna vez espero no me acusen de plaje ;)